Viviendo un legado

Cuando mis hijos eran adolescentes, uno de ellos vino a mí, quejándose sobre lo “difícil” que era ser un niño Ramsey. Mi hija se quejó de tener que comprar su propio auto y aprender a manejar su propia chequera cuando sus amigos no tenían que hacerlo. “No nos dejaste cierta holgura”, dijo ella. Y estaba en lo correcto. Sharon y yo esperábamos mucho de nuestros hijos, y trabajamos arduamente para asegurarnos de que entenderían los principios bíblicos de dar, ahorrar y gastar. Pero no lo hicimos por ser malos. Lo hicimos porque queremos que la riqueza sea una bendición para nuestros hijos, no una maldición.

He revisado las estadísticas y sé que el 100% de los humanos muere. Todos tenemos una fecha de caducidad en cuanto a nuestro tiempo en la tierra, y Sharon y yo no somos la excepción. Y un día nuestros tres hijos heredarán todo lo que hemos construido y ahorrado.

Le recordé a mi hija que la herencia que le dejamos a ella y a sus hermanos bendecirá sus vidas más allá de lo imaginable o arruinará sus vidas sin posibilidad de reparación. Y la diferencia radica en nuestra capacidad para enseñarles cómo manejar el dinero en este momento.

Veo esta verdad expresada en Proverbios 13:22. Como creyente, debo usar mi riqueza para marcar la diferencia en el mundo. Pero también soy llamado a dejar un legado para las generaciones que vienen. Dejar un legado no solo significa dejarles algo de dinero; significa enseñarles a manejar el dinero desde una perspectiva bíblica.

Si tienes hijos, tienes responsabilidades heredadas también. Asegúrate de tener un testamento que sea actual y apropiado para las leyes de tu estado. Deberías explicar cómo se deben de repartir tus bienes, pero también necesitas responder algunas preguntas que podrían hacerse cuando mueras: como la custodia de un hijo menor, tus sentimientos sobre el soporte vital, y tus deseos como donante de órganos.

Si tú no estás enseñando a tus hijos cómo manejar el dinero, necesitas empezar, independientemente de su edad. Después de todo, el mejor legado financiero que puedes dejar es una generación de administradores sabios y competentes.

Lectura:

El bueno dejará herederos a los hijos de sus hijos; Pero la riqueza del pecador está guardada para el justo.

Proverbios 13:22

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