La sanidad es un misterio en sí misma. Lo único cierto es que el Dios Vivo que conocemos y amamos es quien la produce. Él puede utilizar cualquier medio para traer la curación, ya sea a través de la medicina moderna que trabaja junto a los mecanismos divinos de nuestro cuerpo con nuestro sistema inmune natural y los procesos de curación de las heridas, o sobrenaturalmente a través de la oración.
Permítanme reiterar, ¡Él es el Único Sanador! El hecho de que estemos vivos y leyendo esto se debe a Su supremacía como Aquel que crea, sostiene y restaura.
Personalmente, también he aprendido que no podemos imponerle cómo ni cuándo debería producirse la sanidad. Podemos creer que, sin duda, Él sanará de una forma u otra.
Si algo salió a la luz durante la pandemia fueron innumerables remedios y curas que circulaban. La humanidad puso demasiado empeño en las curas mientras ignoraba la sanidad duradera.

Susan Howitch, en su libro “Verdades Absolutas”, escribió que: ”La cura significaba el destierro de la enfermedad física, pero la sanidad no es sólo física, sino una reparación y fortalecimiento de mente y espíritu para mejorar la calidad de vida, incluso cuando no es posible una cura física”.
Jesucristo, el Salvador del mundo, no se dedica a curar, sino a sanar. Cómo lo hará y cuándo lo hará, no lo sabemos, pero si Él dice que sanará tus heridas y restaurará tu salud, ¡lo hará! A Su tiempo y a Su manera.
Lectura: Jeremías 30:12-17.
Porque así ha dicho Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga. No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces. Todos tus enamorados te olvidaron; no te buscan; porque como hiere un enemigo te herí, con azote de adversario cruel, a causa de la magnitud de tu maldad y de la multitud de tus pecados. ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto. Pero serán consumidos todos los que te consumen; y todos tus adversarios, todos irán en cautiverio; hollados serán los que te hollaron, y a todos los que hicieron presa de ti daré en presa. Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda.
Jeremías 30:12-17
Del plan devocional “¡Sanando de adentro hacia afuera! por Christine Jayakaran – instagram.com/christinegershom/