Para terminar esta semana, te quiero invitar a que reflexiones sobre estas palabras. Léelas como si vinieran de parte de Dios para ti y sé fortalecido/a y renovado/a por medio de ellas. Son palabras basadas en Sus promesas:
“Camina más lento… detente, siéntate un momento conmigo. Sé que tienes muchas cosas por hacer, pero toma unos minutos para estar conmigo aquí, ahora.
Veo tu deseo de agradarme y de conocerme mejor… esa sed que tienes por escuchar mi voz.
Todas tus interrogantes encontrarán respuesta en Mí. Pero ¿cómo podrás escucharme en medio de ese torbellino de actividades, de distracciones continuas, en medio del tumulto, entre tantas voces que te rodean?
Frena el paso… ¡Ven!
Detente un instante… ¡Ven a Mí!
No dejes que te agobien esas preocupaciones… Déjalas a un lado, y ¡ven! Enfócate en Mí.
No dejes que el miedo invada tu corazón… ¡Ven a Mí!
No te inquietes por el dinero, por las carencias, por las dificultades materiales… Sencillamente, ¡ven a Mí!
No temas por el mañana. ¡Ven hoy, ahora! ¡Acércate a Mí!
No te preocupes por la soledad, Yo estoy contigo… ¡Ven a Mí!
Siéntate conmigo y escucha mi voz. Déjate inspirar y renovar. Déjame consolarte, abrazarte. Permite que mi poder se manifieste en tu debilidad, en tu necesidad. Recibe mi fortaleza, mi consuelo, mi aliento de vida… recibe mi paz, mi gozo. ¡Soy tu amigo! ¡He estado y estaré siempre contigo! Estoy aquí para ti. ¡Te amo!
Dios siempre está ahí para ti. ¡No lo olvides nunca más! ¡Habla con Él! ¡Alábalo! ¡Dale gracias por Su presencia en tu vida! ¡No estás solo/a!
Lectura:
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28:20
Del plan devocional “7 días para vencer la soledad” Por Éric Célérier del ministerio es.Jesus.net