El amor no demanda las cosas a su manera

Las relaciones serían fáciles si no fuera por las personas. ¡Es una declaración humorística, pero muy precisa! Incluso las mejores relaciones pueden ser difíciles de navegar. Después de todo, somos personas imperfectas tratando de coexistir, y entre más cercana la relación, más difícil puede llegar a ser.

Todos tenemos nuestras maneras —nuestros hábitos y peculiaridades. “Nuestro modo” es el cómo, cuándo, o porqué hacemos las cosas o pensamos que deben ser hechas. La mayoría de los matrimonios tienen un desacuerdo con respecto a cómo debe colgarse el papel higiénico, cómo deben ser dobladas las toallas y las camisetas, la disciplina de los hijos, la temperatura del termostato. Los hijos ciertamente tienen sus modos y usualmente es diferente al nuestro. Nos gusta nuestro modo. A menudo creemos que “¡mi modo es el correcto, y tu modo no lo es!”

Cuando tu modo se cruza con el mío, puede haber conflicto y fricción.

Esta encrucijada nos presenta una oportunidad: la oportunidad de practicar amar ocurre en la intersección de tu modo y el de los demás.

En esta intersección de modos, 1 Corintios 13:5 NVI nos recuerda, “El amor no se comporta con rudeza”.

Cuando seguimos y concordamos con el modo de Dios, nuestro modo pierde poder sobre nosotros.

Conforme nos alineamos con Él y le damos nuestro derecho a estar en lo correcto, ganamos libertad en no tener que “ganar” todo el tiempo. El amor escoge dar la gloria a Dios en lugar de ser impulsados en tener la última palabra o estar en lo correcto. Después de todo, cuando hacemos nuestra voluntad para ganar o estar en lo correcto, alguien más tiene que perder y lo único que hemos ganado es halagar tu orgullo. Nosotros decidimos si ganamos, o gana el amor, porque 1 Corintios 13:5 NIV dice “El amor no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor”. El amor no busca su propio honor.

La palabra honor está arraigada a valor y gloria. Tu actitud de honrar a tu prójimo lo eleva por encima de tus deseos, opiniones, y modos, y en lugar, te ofrece una posición de gran consideración.

El honrar y estimar a tu prójimo presiona fuertemente contra la oscuridad del campo espiritual que presenta una energía casi tangible al darle a esa persona espacio para ser tal como fue creado por Dios. Amor, en la forma de honor expresado hacia tu prójimo, honra a Dios y hace espacio para Él.

Darle honor a alguien, especialmente cuando no lo merece, permite que la compasión milagrosa de Dios invada nuestros corazones para que podamos ver a esa persona tal como Él la ve — elegida, amada, y altamente estimada, creada a Su propia imagen. Nuestra demostración de Su amor por ellos construye un lugar de confianza, seguridad, y protección.

Cuando entendemos y aceptamos el valor inmenso que Dios nos ha dado, entonces tenemos la capacidad y voluntad de honrar a los demás por Su fortaleza, no importa lo difíciles que sean.

“Por eso, es necesario que se acepten unos a otros tal como son, así como Cristo los aceptó a ustedes. Así, todos alabarán a Dios”. Romanos 15:7 TLA

Considera leer las escrituras sagradas de hoy de la Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Lectura: Marcos 8:34-35, Romanos 1:12, 7:20, 12:9-10, 15:7; Filipenses 2:1-4.

Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará.

Marcos 8:34-35

Esto es, para ser mutuamente confortados por la fe que nos es común a vosotros y a mí.

Romanos 1:12

Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.

Romanos 7:20

El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Romanos 12:9-10

Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.

Romanos 15:7

Por tanto, si hay alguna consolación en Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa. Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.

Filienses 2:1-4

Del plan de lectura devocional “Amor es una persona” por Robin Meadows – http://www.instagram.com/manymeadows

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